El regreso de Kevin Durant a Oklahoma no pasó desapercibido. En su primer juego de la temporada regular con los Houston Rockets, el alero fue abucheado por la afición del Thunder. Su antiguo equipo, que nunca le perdonó su salida en 2016.
Pese al ambiente hostil, Durant respondió con una actuación sólida. En un duelo que necesitó doble tiempo extra, los Rockets cayeron 125-124 ante el campeón Oklahoma City Thunder, pero el veterano estelar rozó el doble-doble con 23 puntos, nueve rebotes y tres asistencias en 47 minutos.
KD lideró a Houston y mostró su calidad
Durante la primera mitad, Kevin Durant se convirtió en la principal arma ofensiva de Houston. Encestó 6 de 11 tiros de campo para sumar 14 úntos en 24 minutos, siendo el líder anotador del equipo en ese lapso.
Aunque su participación como generador de juego fue limitada especialemente ante la ausencia de Fred Van Vleet por lesión, Durant cumplió el rol que los Rockets esperaban de él: resolver posesiones complicadas y asumir la responsabilidad en momentos clave.
El conjunto texano también contó con el apoyo de Alperen Sengun, quien registró un nuevo récord personal con cinco triples y mantuvo al equipo al frente hasta que Shai Gilgeous-Alexander envió el juego a la prórroga. Finalmente, el Thunder impuso su jerarquía y selló la victoria en casa.
Pese a la derrota, el estreno de Durant dejó buenas sensaciones. Su conexión con los jóvenes talentos del plantel promete elevar el nivel competitivo de Houston, que mostró solidez en defensa y rebote.
Con el inicio de la temporada 2025-26, el proyecto liderado por Durant buscará afinar su química y transformar el potencial en victorias. El debut no trajo triunfo, pero sí dejó claro que Kevin Durant aún tiene mucho por dar en la NBA.





