Hoy, aunque Fernando Valenzuela ya no esté físicamente en el terreno de juego, su legado vive. Su nombre no solo resonará cada vez que se mencione a los Dodgers, sino que permanecerá en la historia del béisbol como el de uno de los grandes.
El querido “Toro”, como cariñosamente lo llamaban, nació el 1 de octubre de 1960 en Sonora, y partió el pasado 22 de octubre de 2024. En sus inicios, pocos hubieran imaginado el impacto que lograría en las Grandes Ligas. Sin embargo, con su talento, su entrega incansable en el diamante y su habilidad para dominar el juego, lo llevaron a conseguir logros como Cy Young y el galardón de Novato del Año en 1981, el mismo año en que llevó a los Dodgers a una histórica victoria en la Serie Mundial.
La emblemática “Fernandomanía” cautivó a millones de personas, convirtiéndose en un fenómeno único, los estadios se llenaban de aficionados deseando presenciar su estilo inigualable de lanzar, su mirada al cielo antes de cada lanzamiento y su carisma.
Los Dodgers, en un díalleno de emoción y nostalgia, rinden homenaje a Fernando Valenzuela. En una celebración marcada por el reciente campeonato, el equipo honra su legado con un desfile planeado para el 1 de noviembre, día del cumpleaños de Valenzuela. La fecha no solo celebra la victoria, sino que conecta el júbilo actual con la memoria de uno de los jugadores más queridos en la historia del equipo. A pesar de su reciente partida, el “Toro” permanece presente en cada rincón del equipo y en los corazones de sus fieles seguidores.
Durante la Serie Mundial, cada jugador de los Dodgers portó un parche con el número 34, un tributo conmovedor que recuerda que, aunque Fernando ya no esté en el montículo, su espíritu sigue siendo parte esencial de la historia del equipo. Este símbolo de respeto y cariño hacia Valenzuela continuará, reforzando su influencia en el equipo.