Los Boston Red Sox lograron un triunfo de carácter en Nueva York tras vencer 3-1 a los Yankees en el inicio de la serie de comodines de la Liga Americana. La gran actuación de Garrett Crochet, el bateo oportuno de Masataka Yoshida y la sangre fría de Aroldis Chapman marcaron la diferencia en un duelo cargado de dramatismo.
Crochet se consolida como el as de los Red Sox
El zurdo Garrett Crochet vivió una noche de ensueño en su debut en postemporada. Tras permitir un jonrón de Anthony Volpe en la segunda entrada, retiró a 17 bateadores en fila para silenciar a la ofensiva de los Yankees.
Con 117 lanzamientos, el último a 100.2 mph, Crochet firmó una línea de 7.2 innings con 11 ponches y sin otorgar bases por bolas. Su dominio confirmó por qué Boston lo adquirió desde Chicago y lo blindó con un contrato de seis años y 170 millones de dólares.
“El equipo me dio la confianza y solo pensé en competir”, declaró el abridor tras sellar su cuarto triunfo de la campaña frente a New York.
Chapman cierra con autoridad y Yoshida responde al bate
La ofensiva de Boston despertó en el séptimo inning frente al bullpen neoyorquino. Masataka Yoshida, como bateador emergente, conectó un sencillo de dos carreras ante Luke Weaver para darle la vuelta al marcador. En el noveno, Alex Bregman amplió la ventaja con un doblete productor.
El cierre fue un auténtico drama. Con las bases llenas sin outs en el noveno, Chapman, exlanzador de los Yankees, entró al rescate. Con temple y potencia, ponchó a Stanton y Grisham, además de dominar a Chisholm con un elevado, para silenciar al público del Bronx.
Boston intentará finiquitar la serie este miércoles con Brayan Bello como abridor ante el zurdo Carlos Rodón. La estadística está de su lado: en las últimas 12 series de comodines, el ganador del primer juego siempre ha avanzado.
Los Red Sox demostraron que están listos para competir en esta postemporada, mientras los Yankees deberán reaccionar de inmediato si no quieren quedar eliminados en casa.