El América no solo salió con un marcador adverso de la ida de los cuartos de final frente a Monterrey. El equipo también terminó molesto por el arbitraje, especialmente después de que se confirmara la suspensión de los silbantes Jesús López y Adonai Escobedo por su actuación en el partido.
El encuentro, disputado ayer en el Gigante de Acero, tuvo varios momentos que generaron inconformidad en el conjunto azulcrema. Desde el inicio, los jugadores señalaron decisiones que consideraron injustas o mal aplicadas. Para el América, estas situaciones influyeron en el ritmo del partido y le dieron ventaja al rival.
La tensión creció al final del encuentro, en conferencia de prensa Andre Jardine comentó que el arbitraje no estuvo a la altura de un duelo de Liguilla y que algunas jugadas clave pudieron haberse marcado de manera distinta. Aunque el club evitó declaraciones más fuertes, el descontento era evidente.
Horas después, la suspensión de Jesús López y Adonai Escobedo encendió aún más la discusión. Para el América, esta medida confirmó que hubo errores importantes en el manejo del partido. Para Monterrey, el tema quedó en segundo plano, pues consideran que el resultado fue mérito de su orden y efectividad.
Con la serie 2-0 a favor de los Rayados, el América tendrá que enfocarse en la remontada y dejar atrás la polémica. La vuelta en el Estadio Ciudad de los Deportes será determinante y se espera un ambiente tenso, tanto por lo que está en juego como por lo ocurrido en la ida.
El arbitraje volverá a estar bajo observación, pero el América sabe que su prioridad será responder en la cancha si quiere mantenerse con vida en la Liguilla.




