El club Santos Laguna no atraviesa su mejor momento, ya que el equipo se encuentra en las últimas posiciones de la tabla y solo ha sumado 8 puntos de 33 posibles. Para cambiar esta situación, se ha tomado la decisión de destituir a Dante Elizalde, quien estuvo al mando del club desde 2019, y cuyo mayor logro fue llegar a la final de liga en 2021, donde perdió ante Cruz Azul. La sorpresa en esta situación surge cuando se anuncia al nuevo presidente del club, Alejandro Irarragorri Kalb, un joven de apenas 24 años, aparentemente desconocido, pero que pasa a la historia de la Liga MX al convertirse en el presidente más joven de un club. Por esta razón, es importante preguntarnos: ¿quién es este muchacho?
Alejandro Irarragorri Kalb, mejor conocido como ‘Aleco’ Irarragorri, es hijo de Alejandro Carlos Irarragorri Gutiérrez, actual presidente del grupo Orlegi, propietario del Club Santos, y de Laura Kalb de Irarragorri, presidenta honoraria de la fundación Ganar Sirviendo, también del grupo Orlegi. Esto nos permite intuir la principal razón de su nombramiento repentino. Sin embargo, ‘Aleco’ no es un joven sin experiencia en el medio, ya que desde muy temprana edad ha estado involucrado en el negocio familiar, desempeñando diversas funciones dentro del club Santos, tanto en labores administrativas, deportivas como comerciales. Además, cuenta con una destacada formación en administración de negocios deportivos, habiendo estudiado en prestigiosas universidades de Europa y Estados Unidos, destacando su máster en gestión deportiva otorgado por LaLiga Business School.

Este breve contexto nos permite ener una idea de quién es ‘Aleco’, el joven que promete liderar la nueva etapa del club, enfrentando con pasión los desafíos deportivos con el objetivo de revertir la mala situación del equipo. Solo queda desearle la mejor de las suertes y esperar los mejores resultados, con la esperanza de que su liderazgo abra las puertas a más jóvenes en el medio. Finalmente, Irarragorri Jr. tiene la oportunidad de demostrar que la edad no es un impedimento para hacer un gran trabajo… o todo lo contrario