El fútbol mexicano vivirá un cambio histórico: después de seis años de ausencia, el ascenso y descenso regresarán a partir de la temporada 2026-27. La noticia fue confirmada tras la resolución del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que si bien negó el regreso inmediato para el ciclo 2025-26, abrió la puerta definitiva para que el sistema vuelva en el calendario siguiente.
La suspensión del ascenso y descenso, anunciada en 2020 como medida para estabilizar a los clubes en plena pandemia, generó una fuerte inconformidad en el medio. Para muchos equipos de la Liga de Expansión, la decisión significó perder no solo un incentivo deportivo, sino también una parte fundamental de su identidad.
En este escenario, seis clubes, Atlético La Paz, Atlético Morelia, Cancún FC, Mineros de Zacatecas, Venados FC y Leones Negros, llevaron su inconformidad hasta el TAS. Aunque su intención era lograr el regreso inmediato, el fallo representó un triunfo moral: la Liga MX tendrá nuevamente ascenso y descenso.
La noticia fue recibida con entusiasmo por los equipos de Expansión, que ven en este regreso la posibilidad de volver a soñar con un lugar en la máxima categoría. Los propios clubes resaltaron que el retorno de este modelo no solo reactivará las aspiraciones deportivas, sino que también traerá beneficios para jugadores, cuerpos técnicos, aficionados, patrocinadores y el desarrollo integral del fútbol mexicano.
Además, manifestaron su disposición para trabajar en conjunto con la Federación Mexicana de Fútbol, con el objetivo de consolidar torneos más sólidos, rentables y sostenibles en el tiempo.
Hasta ahora, el Atlante es el único club certificado para competir por un lugar en la Liga MX, aunque las reglas podrían ajustarse antes de la reactivación del sistema. Lo cierto es que, tras años de polémicas y debates, el fútbol mexicano recuperará una tradición que le da emoción, justicia deportiva y esperanza a miles de jugadores y aficionados.
El reloj ya está en marcha: en 2026-27 volverá la adrenalina de soñar con ascender y el temor de descender, un ingrediente que muchos consideran indispensable para que la Liga MX recupere su competitividad y credibilidad.
