Rafael Baca demandó a Cruz Azul tras la rescisión de su contrato el 12 de junio de 2023, alegando que el club rompió el acuerdo sin justificación. Como parte de su demanda, solicitó al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) que sancionara al equipo con la prohibición de fichar durante dos periodos de transferencias, argumentando que su caso encajaba en el Artículo 17 del Reglamento FIFA sobre la ruptura de contratos sin causa justificada.
El TAS revisó la solicitud y determinó que no había pruebas suficientes para aplicar dicha sanción, fallando a favor de Cruz Azul en el aspecto deportivo. Si el tribunal hubiera aceptado la petición de Baca, el equipo no habría podido inscribir jugadores en las ventanas de transferencias del verano de 2025 y el invierno de 2025-2026, tanto en la Liga MX como a nivel internacional.
Sin embargo, el TAS sí otorgó a Baca una victoria parcial, ya que ordenó a Cruz Azul indemnizarlo con 4.9 millones de pesos (250 mil dólares), lo que representa solo el 20.8% de los casi 24 millones que el jugador reclamaba.
Se podría decir que fue una victoria parcial para Cruz Azul pues las sanciones recibidas no son terriblemente perjudiciales para el equipo.
