La selección mexicana femenil de flag football volvió a casa después de conquistar el bicampeonato mundial en Chengdu 2025, y lo hizo entre aplausos, abrazos y un ambiente cargado de orgullo nacional. Decenas de aficionados y medios de comunicación se dieron cita en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para darles un gran recibimiento.
El campeonato se definió con una acción que ya es parte de la historia, en los últimos segundos del partido, la capitana Diana Flores lanzó un pase perfecto a Victoria Chávez, quien atrapó el balón y aseguró el triunfo de México sobre Estados Unidos por marcador de 26-21. Esa jugada no solo selló la victoria, sino que también reafirmó el lugar de México como potencia mundial en la disciplina.
Con la emoción a flor de piel, Diana Flores compartió lo que significa este logro: “Lo logramos y ganamos una medalla histórica que se queda para la eternidad, nuestra defensa se rifó dio un juego impresionante, es un sueño hecho realidad y México va a seguir siendo potencia muchos años más”.
Por su parte, Victoria Chávez, autora de la anotación decisiva, confesó: “El recibimiento que me dieron me hace sentir muy honrada, me recuerdan a esa niña Victoria que inició con miedo, con incertidumbre de que podía pasar”.
Detrás del bicampeonato no solo hubo talento, sino un equipo que trabajó bajo una misma convicción: pensar siempre en grande. La mentalidad de “jugar por el oro” fue parte del proceso desde la preparación y se vio reflejada en la cancha, donde la confianza mutua fue determinante.
Aunque el festejo sigue encendido, la selección ya tiene un nuevo reto, el Campeonato Continental en Panamá, que se jugará en septiembre y que otorga puntos importantes para el histórico debut del flag football en los Juegos Olímpicos Los Ángeles 2028.