El fútbol argentino se encuentra de luto, se despide de a uno de sus grandes símbolos. Miguel Ángel Russo murió a los 69 años tras una extensa carrera como futbolista y director técnico. Su legado, construido con trabajo y respeto, quedará grabado en la historia del deporte sudamericano.
Su historia comenzó como jugador en Estudiantes de la Plata, donde debutí en 1975 y rápidamente se convirtió en un mediocampista central con gran inteligencia táctica. Disputó más de 400 partidos con el “Pincha” y fue pieza clave en los títulos del Metropolitano 1982 y el Nacional 1983.
Miguel Ángel Russo: del campo al banquillo
Tras su retiro prematuro por lesiones en las rodillas, Miguel Ángel Russo inició su carrera como entrenador en Lanús, club al que ascendió dos veces a Primera División en los años 1990 y 1992. . Su capacidad para reconstruir equipos lo llevó de regreso a su querido Estudiantes, donde también logró el ascenso en 1995.
Más tarde, en Rosario Central, escribió una historia de amor con la hinchada “Canalla”: cinco ciclos, un título de Copa de la Liga 2023, una final de CONMEBOL 1997 y un dato imborrable: nunca perdió un clásico ante Newell’s.
En Vélez Sarsfield alcanzó su primer título en Primera, el Clausura 2005, y en el plano internacional condujo a Universidad de Chile hasta semifinales de Libertadores (1996) y a Millonarios de Colombia a dos títulos consecutivos (2017 y 2018).
El recuerdo eterno en Boca Juniors
El punto más alto de su carrera llegó con Boca Juniors, al conquistar la Copa Libertadores 2007 con un Riquelme brillante. Más tarde, regresó para obtener la Superliga y la Copa Diego Maradona.