El Club América confirmó una alianza estratégica con el fondo global General Atlantic, uno de los grupos de inversión más importantes a nivel internacional. Sin embargo, la directiva fue clara: la familia Azcárraga mantendrá el control del club y del Estadio Banorte, una de las sedes del Mundial 2026.
A través de un comunicado oficial, las Águilas detallaron que este acuerdo busca fortalecer la estructura deportiva, financiera y comercial del equipo. Además, se aclaró que no habrá cambios en la identidad ni en la toma de decisiones clave.
La familia Azcárraga conserva el control del América
Uno de los puntos más relevantes del anuncio es la continuidad del liderazgo. En ese sentido, Emilio Azcárraga Jean seguirá como presidente ejecutivo del Consejo de Administración, encabezando el proyecto institucional del club.
De acuerdo con reportes del sector financiero, General Atlantic adquirirá el 49% del Club América y del Estadio Banorte, mientras que el 51% permanecerá en manos de Ollamani, empresa controlada por Azcárraga. La operación estaría valuada en aproximadamente 490 millones de dólares, sujeta a ajustes habituales.
Alianza con visión internacional rumbo al Mundial 2026
Además de General Atlantic, el acuerdo contempla una colaboración con The Kraft Group, conglomerado estadounidense con amplia experiencia en el deporte profesional. En particular, destaca su trabajo en la NFL y la MLS.
A través de The Kraft Analytics Group, brazo tecnológico del grupo, el América buscará impulsar áreas clave como el análisis de datos, la experiencia del aficionado y el desarrollo comercial, pensando en el crecimiento del club antes, durante y después del Mundial 2026.
General Atlantic fue fundado en 1980 y ha invertido en empresas líderes de tecnología, salud y servicios financieros. No obstante, en años recientes ha incrementado su presencia en proyectos relacionados con deportes y medios, lo que refuerza la visión a largo plazo del América.
Finalmente, la directiva azulcrema subrayó que esta alianza no representa una pérdida de identidad. Por el contrario, el objetivo es modernizar procesos, competir al más alto nivel y ofrecer una mejor experiencia a la afición, dentro y fuera de la cancha, en un contexto clave como el Mundial 2026.




