La Selección Mexicana atraviesa una crisis preocupante cada vez que enfrenta a rivales sudamericanos. De sus últimos nueve partidos ante selecciones de la CONMEBOL, apenas ha conseguido una victoria, sumando siete goles a favor y veinte en contra.
Selección Mexicana no está al nivel de la CONMEBOL
La goleada ante Colombia en Arlington, Texas, fue una nueva muestra de inferioridad. Los dirigidos por Néstor Lorenzo superaron táctica e individualmente a México con un bloque medio-alto y un sólido 4-4-2.
La Selección Mexicana compitió durante el primer tiempo, pero falló oportunidades claras. Ante equipos sudamericanos, esos errores se pagan caro. La calidad de sus planteles y su jerarquía individual terminan marcando la diferencia.
En sus más recientes duelos ante Colombia, Argentina, Venezuela, Ecuador, Uruguay, Brasil y Bolivia, el balance es preocupante: solo un empate y una victoria, precisamente ante Bolivia, la selección más débil de la Conmebol.
México también sufre ante europeos
El panorama no mejora contra los combinados europeos. Aunque México venció a Turquía, fue superado en el desarrollo del partido. Ante Suiza, cayó con justicia, y frente a Corea del Sur y Japón compitió, pero sin alcanzar el nivel necesario para ganar.
Estas selecciones, consideradas de segundo orden en Europa, han mostrado un crecimiento sostenido, mientras que México sigue estancado, sin idea ni contundencia frente a rivales de mayor jerarquía.
Los próximos desafíos del Tri
La Selección Mexicana enfrentará a Ecuador este martes, la segunda mejor clasificada en las eliminatorias sudamericanas. En su último cruce, ambos equipos empataron, pero el Tri necesita una victoria urgente para recuperar confianza.
En la siguiente Fecha FIFA, el equipo de Javier Aguirre volverá a medirse con rivales sudamericanos de alto nivel: Uruguay, dirigida por Marcelo Bielsa, y Paraguay, sexta en la clasificación de la Conmebol.
México, obligado a competir ante potencias
El calendario rumbo al Mundial 2026 no da respiro. México tiene confirmados amistosos ante Portugal, Argentina y posiblemente Francia. No se exige ganar, pero sí competir con dignidad.
Después del papelón ante Colombia, el mensaje es claro: el Tri debe mostrar carácter, orden y ambición. De lo contrario, seguirá siendo, como muchos ya lo llaman, “el hijo de la Conmebol”.