Ante su primer toro, “Canta Recio” de De la Mora, realizó un trasteo con clase y hondura en cada muletazo. A pesar de torear poco, se notó asentado y con oficio. Vivió momentos de peligro, que no tuvieron consecuencias. Dejo estocada trasera entera, para cortar una merecida oreja, ganada a pulso.
Con el cuarto, tuvo instantes de calidad pero falló con el acero y perdió un trofeo más.
Este año cumplirá 20 años de alternativa, y dejó un grato sabor a su regreso al coso monumental.
El diestro de Badajoz, España, Alejandro Talavante, dejó claro el arte que posee. Desde el capote dibujó lances con su sello propio. Con la muleta se recreó en cada pase, acompañando con la cintura, pinceladas de arte fino e inventiva. Su colaborador “Fandango”, segundo de la tarde, tuvo calidad, pero poca transmisión, pero los muletazos que le robó fueron de calado en el tendido. Pinchó y dejó estocada al segundo intento. Tuvo petición de oreja que no fue concedida, y solo quedó en vuelta al ruedo.
El quinto ofreció poco juego, pero por esfuerzo no quedó por parte del hispano.
El hidrocálido Leo Valadez no tuvo materia prima, pero no escatimó en entrega. Destacó el quite por “crinolinas” ante “Combativo” que fue el tercero de la función.
El picador Gabriel Meléndez fue ovacionado por un valeroso tercio de varas, y los subalternos Fernando García y Gustavo Rodríguez saludaron en el tercio en el que abrió plaza.
Alfredo Ruiz “El Miura”, recibió palmas en el 5o.
Información Raúl Reyes.